viernes, febrero 22, 2008

"Me enviarán a casa ya muerto" Sobre cadenas perpetuas a menores de edad en California

Más de 200 presos de las cárceles de California, en Estados Unidos, fueron condenados a perpetuidad sin posibilidad de libertad condicional cuando aún eran menores de edad, según denunció la organización Human Rights Watch (HRW) en un informe que tituló “Me enviarán a casa cuando esté muerto”.

HRW registró 227 condenados a cada perpetua desde que eran menores de edad en California y encontró sólo otros siete casos similares en el resto del mundo. El actual gobernador de este estado norteamericano es el conocido actor Arnold Schwarzenegger, quien durante su gestión ha sido categórico para mostrar su posición ante el crimen: no ha aceptado pedidos de clemencia de los condenados a muerte, permitiendo que los procesos prosiguieran hasta la ejecución.

“La población puede permanecer segura sin la necesidad de encerrar a los menores de por vida por crímenes que cometieron cuando aún eran demasiado jóvenes para votar, beber o incluso conducir”, consideró Elizabeth Calvin, autora del informe de HRW.

“Para añadir horror a esta situación hemos comprobado que, a diferencia de lo que se puede pensar, estas condenas no sancionaron sólo a menores que habían cometido asesinatos, si no que el 45 por ciento de los jóvenes condenados no habían cometido ellos mismos un homicidio. Varios de ellos fueron enviados a prisión por haber participado de un delito que terminó con una tentativa de asesinato”, detalló Calvin.

HRW también denuncia algo que es conocido: California tiene uno de los índices más altos de disparidad racial en la imposición de condenas de por vida sin derecho a libertad condicional. Los jóvenes afroamericanos cumplen estas condenas en una proporción 18 veces mayor que los jóvenes blancos, mientras que los latinos lo hacen en una proporción cinco veces mayor.

Otro estudio de Human Rights Watch realizado en 2005 sorprende si es que los registros son confiables: se estimó que el 59 por ciento de los infractores juveniles con cadena perpetua sin derecho a libertad condicional en los Estados Unidos, habían cometido por primera vez un delito y ni siquiera existían antecedentes delictivos en su contra, afirmó HRW.

Para sorprender
Según sus cifras en el 70 por ciento de los casos analizados por la entidad de defensa de los derechos humanos, el menor no actuó individualmente y al menos uno de sus cómplices era un adulto.

La investigación realizada por Human Rights Watch vuelve a sorprender con otro dato: revela que en el 56 por ciento de estos casos el adulto recibió una sentencia menor que el joven.

“La misma inmadurez que lleva a los menores a cometer los crímenes los deja mal preparados para navegar el sistema de justicia criminal, por lo que son más propensos que los adultos a recibir condenas más severas”, explicó Calvin. “Además, a pesar de que no existe evidencia que indique que dichos jóvenes no pueden ser rehabilitados, muchos de los que cumplen condenas perpetuas sin libertad condicional señalan que sus sentencias no les permiten participar de programas de rehabilitación dentro de la prisión”, añade la autora del informe.

Por la nueva ley
En el informe, la entidad afirma que la práctica de condenar a menores a cadena perpetua fue abolida hace décadas en casi en todo el mundo. "Condenar a niños a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional significa que morirán en prisión, sin beneficiarse de una segunda oportunidad en su vida", puntualiza.

HRW aprovechó para publicar su informe y reabrir la polémica sobre las condenas a menores, pocas semanas antes de que los legisladores californianos debatan una ley que pondría fin a esta práctica. “El Senado del estado de California deberá votar antes la Ley de Reforma de la Cadena Perpetua sin Derecho a Libertad Condicional para Delincuentes Juveniles y no podemos dejar pasar esta oportunidad de denunciar y presionar”, explicaron los responsables de la entidad.

En caso de ser aprobado, el proyecto de ley, propuesto por el senador demócrata Leland Yee y avalado por organizaciones y movimientos sociales, los jóvenes procesados por homicidio aún podrían ser sentenciados a cadena perpetua, pero tendrían la oportunidad de obtener la libertad condicional tras haber cumplido 25 años o más de condena, según explica la organización internacional en su comunicado.

miércoles, febrero 20, 2008

40 mil infectados con HIV y 44 mil tuberculosos en cárceles rusas

Sobre una población penal de 900 mil individuos alojados en cárceles rusas, unos 40 mil están infectados con el virus del VIH/SIDA y otros 44 mil padecen tuberculosis en fase activa, informó oficialmente el Servicio Federal Penitenciario (SFP) de Rusia.

Entre veintidós países con los índices más elevados de tuberculosis, Rusia ocupaba en 2006 el duodécimo lugar, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La tuberculosis provoca la muerte de 26 mil personas cada año en Rusia mientras otras 110 mil, la mayoría encarcelados, contraen en el mismo período de tiempo la enfermedad afirmó hace dos años la OMS.

El bacilo de Koch, que causa la tuberculosis, hace estragos entre los reclusos rusos debido al hacinamiento en las celdas, la carencia de medicinas y la mala alimentación, de acuerdo a versiones extraoficiales no desmentidas por el gobierno del país.

Por las mismas condiciones de detención, las prisiones de Rusia cargan con la imputación de registrar las peores cifras estadísticas sobre la extensión y virulencia que alcanza el SIDA entre los presos.

El subdirector del SFP, Alexander Kononets, reconoció que aumenta progresivamente el número de internos infectados por el virus del SIDA, cifra que relacionó directamente con el número de alojados drogadependientes “ya que el 95 por ciento de los drogadictos están infectados” concedió el funcionario.

En contrapartida, Kononets aseguró que el número de tuberculosos está en disminución y puntualizó que mientras hace siete años la cifra de infectados que entraban en prisión alcanzaba a los 30 mil, el año pasado se redujo a la mitad.

Muchos de los enfermos no son conscientes de que padecen tuberculosis hasta que ingresan en los centros penitenciarios, agregó.

Kononets destacó que el tratamiento de enfermedades de este tipo constituye un gasto importante para el SFP, aún cuando además de los recursos presupuestarios la institución recurre a otras fuentes de financiación.

Por la gravedad de la situación que muestran las cifras de sus cárceles, el sistema penitenciario ruso fue incorporado al proyecto “Globus”, un fondo financiado por organizaciones internacionales de ayuda para luchar contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria. También, el país es beneficiario del proyecto del Banco Mundial de apoyo económico para la creación de laboratorios y centros de tratamiento de la tuberculosis.

En la actualidad, Rusia, Europa Oriental y Asia Central presentan los escenarios en los que se produce la mayor propagación del SIDA en el mundo, incluida el Africa subsahariana.