miércoles, octubre 29, 2008

Los celulares ingresan ocultos hasta en pabellones de la muerte de EE.UU.

Un preso sentenciado a la pena de muerte en Texas fue arrestado en su misma celda por intimidar mediante un teléfono celular no autorizado, dijeron las autoridades penitenciarias.

Richard Tabler, fue arrestado en su celda del pabellón de la muerte de la Unidad Carcelaria Polunsky, tras sorprenderlo cuando usaba el celular en el sitio considerado de mayor seguridad del sistema penitenciario de Texas. De 29 años, el detenido fue sentenciado a la pena de muerte por matar a dos hombres en noviembre de 2004.

Al mismo tiempo, agentes del Departamento de Seguridad Pública de Texas, arrestaron a Lorraine Tabler, de 61 años, madre del condenado, por pagar el servicio del teléfono celular que fue introducido ilícitamente en la celda de su hijo. Tabler está acusada del delito de introducir elementos no autorizados a una prisión estatal.

Los agentes creen que su hijo prestó el teléfono a cuando menos otros diez presos sentenciados a muerte para hacer llamadas. El uso de teléfonos celulares constituye un creciente problema en las cárceles de Texas, en el país más poderoso del mundo, al extremo de alcanzar los sectores de máxima seguridad de los establecimientos penitenciarios y aun cuando, por supuesto, su posesión y uso es ilegal,

Las autoridades comenzaron a investigar el caso dos semanas antes, luego que el senador estatal John Whitmire, denunciara estar recibiendo llamadas de un preso condenado a muerte.

Whitmire, presidente del Comité de Justicia Criminal del Senado de Texas, a cargo de supervisar las prisiones estatales, dijo que algunas de las llamadas fueron intimidatorias en las que el recluso aseguraba conocer las edades de las hijas de sus hijas y el lugar donde vivían.

Durante la investigación, el detenido telefoneó a Whitmire múltiples veces para hablar sobre las apelaciones que tiene pendientes e incluso para pedirle que gestionara un permiso especial para que su abuela lo visitara en la prisión. En total, los investigadores determinaron que más de 2.800 llamadas habían sido hechas desde el teléfono de Tabler durante el último mes, algunas de ellos a reporteros de medios estatales, uno de los cuales denunció también los hechos.

Whitmire dijo que funcionarios carcelarios sospechan que los guardias de la prisión están siendo sobornados para permitir el ingreso de teléfonos celulares. Este año, los guardias han decomisado 670 teléfonos celulares en las prisiones de la entidad, 19 de ellos en el pabellón de la muerte.

Para la reflexión: ¿Y la máxima seguridad en las prisiones del país más poderoso?

Foto: La cárcel de Polunsky, rodeada de montaña en Texas.