sábado, julio 05, 2008

Uruguay inédito: presos eligen delegados formales para plantear requerimientos

3.800 reclusos eligieron por votación sus representantes en las cárceles uruguayas de Comcar, Las Rosas, Colonia y La Tablada, un mecanismo que la ministro del Interior, Daisy Tourné, aprobó en febrero de este año.

Para el Comisionado, Álvaro Garcé, ese mecanismo cambiará la cultura "del grito" por la de "ciudadanía" en las cárceles. De acuerdo a Garcé "la expectativa es que esto contribuya a un cambio cultural dentro de las cárceles", sostuvo.

Ese cambio implica también nuevas reglas para los funcionarios y autoridades carcelarias. Si bien el "reglamento general sobre las mesas representativas de personas privadas de libertad" fija que "no son órganos de coadministración penitenciaria", sí modificarán la relación con las jerarquías: "para los funcionarios es un desafío importante y un cambio relevante con estos nuevos delegados", indicó Garcé.

Para el comisionado la activación de las mesas representativas, integrada por hasta tres representantes de cada uno de los módulos o pabellones, "es parte de un proceso de cambio, de sustitución de la cultura del grito o de la exigencia violenta por una cultura de ciudadanía". "Quien elige un delegado, luego confía en él y participa de un proceso democrático", afirmó.

En particular, la elección de representantes en el ámbito interno favorece los liderazgos por legitimidad y tiende a destruir aquellos que se imponen por medio de la violencia, se sostiene en los ámbitos del comisionado.

Los delegados reunidos en mesas representativas pueden proponer acciones orientadas a solucionar problemas de los establecimientos de detención y, especialmente, garantizar el respeto a los derechos humanos. También transmitirán resoluciones al resto de los reclusos, como "efectos multiplicadores".

Las autoridades se comprometieron a facilitar instalaciones para reuniones, adoptar medidas de seguridad que consideren necesarias para garantizar el funcionamiento de las mesas y contribuir con el "oportuno" desplazamiento de los delegados desde su lugar de detenciónb hasta el sitio de los encuentros.

El reglamento que rige las mesas específicamente aclara que la condición de representante "no debe ser causa de discriminación o represalias" de las autoridades hacia esos reclusos, que deberán además estar sujetos al mismo régimen disciplinario que el resto.

Los delegados tendrán reuniones periódicas con las jerarquías carcelarias y con el comisionado, lo que también implica un cambio en las prácticas administrativas ya que, por ejemplo, tendrá que autorizarse su salida de las celdas para reunirse con sus pares de otros sectores del establecimiento o con organismos de contralor.

El director de Cárceles, Jorge Szasz, declinó formular comentarios sobre el escenario carcelario que propone la existencia de delegados de los internos.

Foto: vista de la cárcel uruguaya de Comcar.