viernes, diciembre 01, 2006

Encarceladas en España: muchas más aunque menos conflictivas


La población penal femenina española, que casi se quintuplicó en los últimos diez años, es ponderada como “menos conflictiva” que la de varones por los referentes del sistema y está compuesta con la mitad de encarceladas por violación a las leyes antidrogas y un 60% de reincidentes.

El número de reclusas en España pasó de 1.004 en 1985 a 4.719 al 31 de diciembre del año anterior con un incremento del 470% entre ambos guarismos, mucho mayor que el 264% registrado en el mismo período por la población penal masculina.

En toda España
A nivel país y según datos de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, la población penal en España continúa en incesante aumento y pasó de 22.396 detenidos en 1985 a 61.220 al 31 de diciembre de 2005.

Se observa un aumento “considerable” del número de extranjeros y extranjeras en prisión, parejo al incremento poblacional penal en toda España en los últimos diez años. Esa espiral hizo que en agosto de este año el número de encarcelamientos ya superara al registrado en todo 2005.

"El ritmo de crecimiento de la población penitenciaria supera el de plazas disponibles; como consecuencia en la práctica la totalidad de los centros se encuentran sobreocupados en España. En efecto, la creación de plazas penitenciarias va más lenta que el crecimiento del número de internos y esto provoca en los establecimientos penitenciarios sobreocupación, masificación o hacinamiento según se quiera calificar el fenómeno de un modo más o menos discreto” destaca el informe.

Agrega ilustrativamente, y dramáticamente como colofón que “en quince años de desarrollo del Plan de Amortización y Creación de Centros Penitenciarios aprobado en 1991, se incrementó el número de celdas en 14.649 pero la población penitenciaria aumentó en más de 28.000 con lo que se ha producido un déficit de 14.000 plazas, aproximadamente.".

Informe sobre la población penal femenina
El 85% de las presas es madre con un promedio de 2,75 descendientes por cada mujer afirma luego, sorprendiendo, un revelador trabajo dedicado a investigar la situación de las "Mujeres privadas de libertad en Centros Penitenciarios de Andalucía" realizado por la Defensoría del Pueblo y entregado a la presidenta del Parlamento provincial, cuyas conclusiones reproduce en esta entrega “Prisiones y Penas”

En relación con su vida en el interior de la cárcel, los profesionales penitenciarios entrevistados coinciden en apreciar “una conflictividad o peligrosidad inferior” a la de los hombres. “Las mujeres por regla general, se adaptan mejor al medio penitenciario y a la disciplina” que asocia, aun teniendo en cuenta que en España se las aloja sin clasificación por rasgos de personalidad, observa el informe.

En Andalucía las mujeres tienen un gran número de hijos: son el 85% de las entrevistadas, con una tasa media de natalidad de 2,75 hijos por mujer, mucho más elevada que la tasa media de las mujeres en general en España. Una gran parte de los hijos son menores de edad, lo que indica a su vez que sus madres, se encuentran, también en su mayoría, en edades fértiles.

Y así es: la mayoría de las mujeres encarceladas en Andalucía se encuentra en la franja comprendida entre los 26 y los 40 años. El sector de mujeres muy jóvenes (de 18 a 25 años) o de edad avanzada (más de 60 años) es poco representativo del conjunto de las internas, se precisa.

Otro rasgo distintivo del sistema penitenciario andaluz es que se encuentra “en torno al 60% el número de mujeres que son penalmente reincidentes y aunque la cifra es muy elevada lo más preocupante es la dificultad para separarlas de las internas primarias” lo que tiene fuerza legal, pero es poco viable por la falta de espacio en la mayoría de las penitenciarías se explica.

Según las causas
Sobre la tipología delictiva de las condenadas estudiadas más del 50% lo fue por tráfico de drogas fundamentalmente, seguidas por los robos y hurtos que alcanzan al 28%. Los demás carátulas tienen escaso peso estadístico con escasez de delitos violentos. La contraposición a esto la da la población penal masculina, donde las condenas en su mayoría se dan por robos y hurtos y luego por drogas.

También surge nítida la diferencia en cuanto a número de delitos violentos muy graves: las mujeres objeto del estudio son mucho menos violentas y agresivas que los hombres.

“Son frecuentes los casos de mujeres encarceladas que han sido víctimas de violencia doméstica por parte de sus parejas” apunta el trabajo de la Defensoría del Pueblo andaluza.

Un dato demográfico que aporta el estudio: las estimaciones registran un “número de personas de etnia gitana, de nacionalidad y residencia española, entre 650.000 y 700.000 en toda España; más de la mitad viven en Andalucía por lo que el número de andaluces de esa etnia podría estar entre un 4,5% y un 5%. Sin embargo, con toda la dificultad que ha entrañado obtener datos fehacientes a este respecto, estimamos que en torno al 31% de las mujeres encarceladas en Andalucía pertenecen a dicha Comunidad étnica, en número superior a las 300, lo que evidencia índices de exclusión que deberían ser atendidos por las Administraciones competentes” puntualiza el informe.

El informe de la Defensoría del Pueblo andaluza fue reproducido por el boletín del Colegio de Abogados de Pamplona y su versión completa puede verse en http://www.defensor-and.es/informes/ftp/mujeres_presas.pdf (APDHA)