sábado, noviembre 04, 2006

Gobierno de Venezuela reconoce que sus cárceles son "ingobernables"

Mientras la directora de Derechos Humanos del Ministerio de Interior y Justicia de Venezuela, Mayerling Rojas, admite que "se ha perdido la gobernabilidad en los centros penitenciarios" y que “ha sido difícil para el gobierno” de Hugo Chávez revertir el escenario carcelario, cifras no oficiales registran que durante este año fueron muertos 309 presos y 725 resultaron heridos en reyertas y enfrentamientos intramuros.

Los asesinados han caído en alguno de los 1.034 hechos de sangre que tuvieron como escenario las 30 penitenciarías venezolanas, informó el portal noticioso www.adnmundo.com de ese país el 31 de octubre pasado.

Con resignación la directora Rojas manifestó que “nada se puede hacer; cuando dentro de un centro penitenciario ocurre un hecho de violencia no hay pruebas y no se puede abrir un proceso de investigación. Nadie quiere testificar y sin testigos, no hay delito” puntualizó la funcionaria.

Los reclusos fallecidos fueron heridos por armas blancas, de fuego o asfixia agregó la información, que detalla que las armas utilizadas son escopetas y cuchillos de fabricación casera; pistolas, granadas, escopetas y revólveres -en algunos casos, de fabricación militar- que “se cuelan con una facilidad impresionante por entre los barrotes” afirma el texto periodístico.

Con este arsenal fallece cada día un preso; “de ahí que no sea sencillo precisar con exactitud cuántas personas están privadas de libertad en Venezuela” señala la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones, entidad que asegura que “las cárceles venezolanas son las más violentas de toda América latina”.

El gobierno chavista no reconoce las cifras de muertos y heridos extraoficiales, pero concede que los establecimientos carcelarios le resultan ingobernables. La directora de Derechos Humanos Mayerling Rojas, no sólo admite que "se ha perdido la gobernabilidad en los centros penitenciarios", sino que "los presos venezolanos no están armados desde hace poco, si no que tienen una cultura de violencia marcada desde años atrás”.

Sorprendentemente para una gestión gubernamental con las características de Chávez, demagógica y autoritaria, Rojas no pudo dejar de reconocer que “ha sido difícil para este gobierno dar resultados a corto plazo” en la delicada problemática carcelaria.

A la defensiva Rojas agumentó que el Ministerio de Interior comenzó a implementar hace dos años un programa de "humanización" de las cárceles, para combatir el ocio y apuntar mejor a lograr la reinserción social de los privados de libertad.

“El primer paso de este programa, explica, ha sido mejorar la formación de los funcionarios que tienen a cargo la guardia y custodia de los penales y, como resultado de ese proceso, varios directores de prisiones han sido destituidos e incluso detenidos por haber incurrido en delitos penales o administrativos. Un ejemplo: la ex Directora de la cárcel de Santa Ana, que aloja al mayor número de presos colombianos, fue detenida hace cinco meses por traficar drogas dentro del penal” remarcó la funcionaria.

Sin información confiable, los cálculos oficiales del Ministerio de Interior y Justicia más actualizados indicaron que son alrededor de 18.600 los presos en las cárceles venezolanas de todo el país, de los cuales casi 1.400 son extranjeros.