lunes, mayo 15, 2006

Guerra por las plazas carcelarias en Buenos Aires


La crítica situación penitenciaria de la provincia de Buenos Aires por falta de plazas de alojamiento escaló la semana pasada a una guerra entre la justicia y el sistema carcelario provincial cuando se hicieron públicos los problemas que genera la situación.

Mientras la Justicia inhabilitó 2.840 plazas por deficiencias estructurales y ordenó el traslado de los presos a otros alojamientos, el Servicio Penitenciario bonaerense (SPB) cumplió el mandato judicial pero, en un gesto revelador de lo delicado de la situación, salió a los medios a explicar los trastornos que provocan esas determinaciones a las cárceles superadas en sus estructuras por la sobrepoblación penal.

La Justicia cumple con su función de velar por el no agravamiento de las condiciones de detención de los detenidos y el SPB cumple con la de alojar como puede dentro de una estructura desbordada. Quien no cumple al postergar la construcción de nuevas plazas hasta el extremo de hacer enfrentar instituciones, el Ejecutivo provincial, se mantiene en equilibrio, reafirmando un escenario complejo pero que era y es totalmente previsible: la falta de lugares de alojamiento conduce inexorablemente a las emergencias y crisis.

Luego que el diario “Hoy” de La Plata reveló el jueves que la Justicia bonaerense clausuró 2.840 plazas carcelarias y obligó al traslado de los presos que alojaban, el titular del SPB, Fernando Díaz, calificó como “ideal” la medida judicial orientada a no agravar las condiciones de detención de la población penal, pero las resoluciones “no son buenas para el sistema en su conjunto, porque no podemos bajar la población en algunas unidades para sobrecargar otras”, explicó.

Díaz aclaró inmediatamente que “esto no implica que desoigamos la orden de la Justicia; cuando viene una resolución de este tipo automáticamente recurrimos la medida” mientras se gestionan los traslados precisó al matutino platense.

“Tomada en forma individual, la medida –que exige los traslados de detenidos- es adecuada, pero en el sistema integral no está bien”, puntualizó el jefe del SPB al explicar los trastornos para el alojamiento del total de la población penal que provocan los movimientos masivos de presos de manera imprevista, en una estructura crítica y crónicamente desbordada.

Por su parte el director de Población Carcelaria provincial, Juan Scatolini, respaldó los fallos judiciales y sobre sus consecuencias propuso que los presos sean trasladados a unidades penales en construcción donde, aseguró, están dadas las condiciones para destinar detenidos.

“La apertura de la Unidad 41 de Campana, de Urdampilleta con 700 plazas, y algún anexo como la 51 de Magdalena están lenta pero paulatinamente resolviendo el pro-blema de la sobrepoblación” penal, sostuvo Scatolini.

No es lo mismo que sostiene el Servicio Penitenciario de Buenos Aires.

Por eso la guerra por las plazas carcelarias en la provincia.-

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