martes, mayo 02, 2006

VIº Reunión de la REMJA: OEA pide penitenciarios en las cárceles y Chile reafirmó programa privatizador


El Relator Especial de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA), Florentín Menéndez, reclamó a los países de Latinoamérica personal específicamente penitenciario que sustituya la presencia de otras fuerzas en el manejo de las cárceles, en las deliberaciones de la VIº Reunión de Ministros de Justicia y Procuradores generales de las Américas (REMJA) realizada en República Dominicana.

Por su parte la representación chilena en el encuentro reafirmó su vocación por liderar la “revolución del sistema penitenciario” regional a través de la “externalización” de los servicios carcelarios a la actividad privada, incluyendo el proceso de readaptación social de los reclusos.

“El estado de Chile procura revolucionar el sistema penitenciario, mejorando la seguridad de la comunidad, construyendo una política criminal más integrada, realzando la función especial de la pena y asegurando el respeto de las garantías que la Constitución y los tratados internacionales exigen”, precisó la subsecretaria de Justicia trasandina, Verónica Baraona.

Para ese proceso Baraona destacó las posibilidades del “sistema de concesiones de infraestructura de establecimientos penitenciarios puesto en marcha” en Chile, con la inauguración del primero de tres establecimientos de detención en los que el Estado chileno, a través de su cuerpo penitenciario de Gendarmería, sólo ejerce las funciones de control y seguridad.

La subsecretaria precisó que la modalidad de las cárceles privadas liderada por su país “no sólo comprende la construcción de inmuebles, sino que se enmarca dentro de una política pública más compleja que incluye la externalización de la mayoría de los servicios asociados a la administración de un centro penitenciario y la participación del privado en el proceso de rehabilitación y reincorporación de los internos” explicó, según informa el diario dominicano “Hoy” en su edición del 26 de abril último.

Chile, motorizado con una duradera economía próspera, ha propuesto el quiebre de la pauta penitenciaria Latinoamericana al avanzar hacia el sistema de concesión a manos privadas para la construcción y gestión de las cárceles con la activación de la cárcel de Rancagua que, junto a las de Alto Hospicio y La Serena –todas de máxima seguridad-, integran la primera etapa del “Programa de Concesiones de Infraestructura Penitenciaria” chileno.

La postura chilena fue escuchada en el seno de la VIº Reunión de la REMJA desarrollada en República Dominicana, donde el relator de la CIDH para las personas privadas de la libertad –con la autoridad de ostentar la representatividad de la OEA- reclamó a los países miembros “una selección adecuada del personal penitenciario y carcelario, que requiere de la capacitación y especialización de personal no militar ni policial”.

Posteriormente Meléndez, en declaraciones formuladas al diario “Hoy” a los periodistas Tania Hidalgo y Diego Pesqueira, ratificó que “es un equívoco involucrar a la policía y las fuerzas armadas en el resguardo de las prisiones; para ello se necesita personal especializado” insistió.

El manejo de los establecimientos penitenciarios por efectivos militares y policiales es un paisaje conocido en la geografía carcelaria latinoamericana y si bien la modalidad pierde sustento acorralada por la actualidad de los sistemas de otros países –entre ellos la Argentina con una historia de casi un siglo de gestión de las prisiones con personal capacitado especialmente-, esa pauta militarizada y policial en las cárceles se resiste a desaparecer por cuestiones presupuestarias y de conveniencias.

En otro orden Meléndez llamó la atención de que “en América las cárceles son consideradas escuelas del crimen y yo creo que ese es un grave problema que se está generando en nuestro continente”. Si bien reconoció que “el deterioro en el sistema carcelario contribuye al aumento de la delincuencia en Latinoamérica”, lo adjudicó al “descuido de los gobiernos y de los Estados, así como la indiferencia de la sociedad que contribuye a incrementar la violencia delincuencial” dijo.

Se lamentó luego de “las condiciones infrahumanas en que viven miles de presidiarios” en algunos países de la región, pero se preocupó por poner énfasis en señalar que “las cárceles de nuestros países están llenas de inocentes, los que han cometido faltas leves que no tienen por qué estar en prisión y los que realmente deberían estar en prisión porque constituyen un peligro para la comunidad están libre” se quejó, para luego fustigar a “las políticas de encierro indiscriminado de personas inocentes o que han cometido faltas leves”.

Por esto Meléndez convocó a la sociedad para que se interese más por esta problemática, al tiempo que demandó a los Estados estructuren “políticas públicas de readaptación verdaderas para que la sociedad esté protegida frente a la delincuencia.

La VIº Reunión de Ministros de Justicia y Procuradores generales de las Américas (REMJA) se desarrolló en la capital dominicana entre el 25 y el 27 de abril y desde 1997 es auspiciada cada dos años por la Organización de Estados Americanos (OEA).

Además del Relator Especial de la CIDH de la Organización de Estados Americanos (OEA) Florentín Meléndez, contó con la asistencia del titular de la Corte Suprema de Justicia del país anfitrión, Jorge Subero Isa; el secretario general adjunto de la OEA, Albert Ramdín y el vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque.

También participaron el nuncio apostólico en República Dominicana Timothy Broglio; el jefe de la Policía Nacional, mayor general Bernardo Santana Páez y el embajador de los Estados Unidos, Hans Hertell. Ocupó la presidencia de este encuentro el Procurador General dominicano, Francisco Domínguez Brito.-


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Fotografía: el Relator Especial de la OEA Florentín Meléndez. (foto diario "Hoy Digital")