Catalunia, donde mujeres manejan presos varones, exigirá pruebas físicas para ingreso de guardias
Ocupar una vacante como personal carcelario en las prisiones de Catalunia, demandará desde ahora exigencias físicas a los postulantes, además de la entrevista y el curso de una semana de extensión que hasta hoy se utilizaron por todo requerimiento para el ingreso al servicio carcelario catalán.
Catalunia es la única provincia de España que contempla el trabajo directo y personal de guardias mujeres en los pabellones de alojamiento masculinos y la situación no es aislada: el 77% del plantel penitenciario femenino está destinado a manejar reclusos varones. Como se verá, este condimento de femineidad penitenciaria trae cola...
El director general de Recursos y Régimen Penitenciario, Miquel Trepat, explicó que la decisión de incorporar pruebas físicas a los aspirantes a funcionarios de prisiones obedece a la necesidad “que el personal esté preparado para hacer frente a cualquier eventualidad dentro de la cárcel”, entre las que detalló “situaciones especialmente complejas como los episodios en que los reclusos se ponen nerviosos dentro de los pabellones, los registros -requisas- difíciles y las conducciones -traslados- conflictivas”.
Agregó que las pruebas de ingreso sumaron nuevos requisitos, porque es necesaria una "exigencia superior" a la vigente hasta hoy donde el personal entraba al módulo de la prisión sólo después de concurrir a una entrevista y un curso de una semana, en el que se los ponía al tanto de la ley penitenciaria, su reglamento y se les instruía en nociones de psicología y sociología.
"Hay que acabar con este sistema que, durante un tiempo, fue válido en situaciones de urgencia", concluyó Trepat, para añadir: "ahora queremos equipos más preparados".
A la práctica
El primer ingreso con los nuevos requisitos es de 309 plazas para las que se presentarán 1.700 candidatos empezará el lunes y los exámenes de aptitud física se realizarán en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat, aunque no se informó cuáles serán las exigencias que deberán superar los aspirantes.
Mientras la Consejería de Justicia argumenta que se buscan funcionarios en buena forma -incluyendo la física- para afrontar situaciones de emergencia, fuentes sindicales de los guardias sostienen que el objetivo encubierto de las pruebas físicas es limitar el acceso de las mujeres al plantel de personal penitenciario.
¿El motivo? Impensado para la gran mayoría de los penitenciaristas de casi todo el mundo: es que Catalunia cuenta con un sistema penitenciario que permite el trabajo y manejo personal y directo de guardias mujeres en los pabellones de las cárceles de hombres...
Su sistema emplea a 3.600 funcionarios y por el motivo antes citado el 36% son mujeres, de las cuales la friolera del 77% del total del plantel femenino está destinada a centros de detención masculina.
Por esta tan especial situación fuentes sindicales de los empleados de prisiones consideran que el objetivo oculto de las pruebas físicas a los ingresantes no es otra cosa que poner un freno al aumento del personal femenino en el sistema.
Trepat, se esfuerza en negar esta conclusión: "sé que se está haciendo esta interpretación, pero no es así porque este planteamiento sería, sencillamente, ilegal" cerró el director general de Recursos y Régimen Penitenciario catalán.
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