lunes, marzo 09, 2009

Choque de poderes en Argentina: por pena -o falta de- pena de prisión

En un virulento cruce de declaraciones entre la Presidencia de la Nación y la Corte Suprema desembocó la crisis de inseguridad que azota a la Argentina, donde sus máximos dirigentes parecen recién caer en la cuenta de que un cambio en esta delicada temática no admite dilaciones y hasta compromete sus estaturas políticas y judiciales.

Como es costumbre de estos últimos años en la Argentina, los medios de prensa no salieron ilesos de semejante cruce, desde los dos sectores los culpabilizaron de preocupar a la gente calificándolos, por ejemplo, como “bombarderos” de noticias policiales que con su mensaje multiplican las muertes en hechos delictivos???

La polémica
Mientras el juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni aseguró que por sus sucesivas modificaciones el Código Penal argentino "vive un momento catastrófico", su par, Carmen Argibay, culpó de la exasperante lentitud judicial a la estrechez del presupuesto nacional que se traduce en la falta de jueces y medios. Ambos recibieron destempladas respuestas de la presidente, Cristina Fernández de Kirchner, lo que puso la discusión a la altura de un choque entre los poderes Ejecutivo y Judicial

Zaffaroni fue más que ilustrativo al clausurar el seminario "Derechos humanos y justicia penal en América Latina" en Buenos Aires, cuando señaló que "si preguntaran cuál es la pena máxima en Argentina se podría contestar que es la prisión perpetua, o 50 años de prisión, o 37 y medio o 25, ya que para cualquier respuesta habría una parte del Código que la respalde".

El juez criticó luego los sistemas globales de "exclusión social que crearon un nuevo sujeto, el excluido, que no es un explotado sino uno que nació mal", sostuvo Zarraroni.

"Se ha producido un desplazamiento presupuestario del hospital a la cárcel" reflexionó para luego fustigar a los medios de prensa que "nos bombardean con noticias rojas y crean una realidad en la que el enemigo principal es la inseguridad urbana".

"Los políticos temen a esos medios y por eso modifican el Código Penal, que está en escombros, porque cada cambio es en realidad un mensaje motivado en una coyuntura que ya olvidamos". Por último Zaffaroni pidió "evitar todo fraccionamiento de la sociedad, que es lo que buscan estos discursos partidarios de la pena de muerte".

Un día después de estos dichos, el viernes último, la presidenta Cristina Kirchner los respondió señalando que "todos tenemos responsabilidad, pero en materia de justicia y de liberación de detenidos la responsabilidad es exclusiva del Poder Judicial. Y esto no es echarle la culpa a otro poder. Por la división de poderes, los únicos que pueden juzgar y encarcelar en la Argentina son los jueces".

"Se pueden comprar patrulleros, construir comisarías y formar policías, pero, en lo que hace a juzgar y a no liberar a personas peligrosas, la responsabilidad le corresponde a los jueces" dijo Cristina, buscando desligar a su gobierno de la indignación que gana a la sociedad por el número de ilícitos cometidos por los liberados de las cárceles

"La dicotomía garantismo-mano dura no existe. Hay Justicia o no la hay. A secas. Y cada uno debe hacerse cargo de la parte que le corresponde. La Justicia cuenta con los elementos para que las personas que constituyen un peligro para la sociedad no sean liberadas", aseguró la presidente al referirse al caso del acusado por violación que quedó en libertad por la falta de una firma en un certificado médico.

Agregó que "necesitamos una Justicia más eficaz, con mayor celeridad y que no cometa errores, una Justicia a secas para los que delinquen y violan las leyes, sea por derechos humanos o por delitos comunes".

Una vez salido al cruce de las máximas autoridades judiciales, Cristina volvió a renovar sus cuestionamientos hacia la prensa, cuando sostuvo que "el tema de la inseguridad es un problema que tenemos los argentinos" y al coincidir con Argibay en que –aseguraron- los medios de comunicación "contribuyen a crear un temor en la sociedad".

"La noticia de un crimen repetida 358 veces por los medios, pareciera que se trata de 358 crímenes" dijo la presidente en una curiosa interpretación de la acción del periodismo.

Mientras las culpas van y vienen, menos de un día después de estos dichos un crimen más con extrema violencia que terminó en asesinato innecesario y otro que dejó una víctima milagrosamente viva con dos balazos en su cuerpo, pasó a engrosar la lista de muertes perpetradas con ferocidad en los suburbios de Buenos Aires.

Estos delitos de robo seguido de asesinato y feroces palizas innecesarias para consumar los ilícitos se reiteran con inusitada frecuencia al extremo de tener atemorizada a la población que no hace más que interponer una reja tras otra para separar el interior de sus hogares de la delincuencia.

Foto: presidente de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.