martes, marzo 11, 2008

EEUU, un récord para no envidiar: uno de cada cien habitantes está preso

Por primera vez en la historia de este país más de uno de cada cien habitantes está entre rejas, un índice al lleva la cifra de 2,3 millones de personas encarceladas y pone a los Estados Unidos como holgado líder de esta estadística superando incluso a China que, sin números oficiales para mostrar, lo seguiría con más de 1,5 millones de presos.


En comparación con la media de los países occidentales la cifra de EEUU es siete veces mayor, afirmó la semana pasada la Fundación Pew Center, curiosamente un estudio de investigación económica que desarrolló este estudio no con el objetivo de incursionar en la problemática judicial-penitenciaria norteamericana, sino con la finalidad de subrayar el costo que esta tasa de encarcelamiento tiene para el Estado, es decir para los contribuyentes.


Es que, según el mismo estudio, el sistema penitenciario se comería una media del 7% de los presupuestos de los estados de Norteamérica, nada menos que 127% más que en 1987 afirma Pew Center.


Esta fundación buscó responder con su estudio a las quejas de distintos sectores de la sociedad por los costos que demanda el incremento de la población reclusa para el presupuesto estatal, lo que ha motivado que algunos sectores reclamen la aplicación de penas alternativas a la cárcel en casos de delitos no violentos.


"No hay duda que poner entre rejas a criminales violentos y reincidentes rebaja la tasa de criminalidad y proporciona un castigo merecido" reconoció Adam Gelb, director del estudio, quien sin embargo considera que los presos menos peligrosos "podrían ser supervisados por la comunidad de una forma segura y más efectiva a un costo más bajo".


Gelb, no obstante, no precisó cuál o cuáles serían las formas seguras y de menor costo a las que se refirió, para monitorear libertades vigiladas.
Pero la colisión entre encarcelamiento y su costo existe. Porque la seguridad nunca es barata, algunos estados optaron por regularla y comenzaron a flexibilizar las condiciones para autorizar libertades vigiladas.


El último fue Texas, el distrito con mayor número de presos. Éste y otros cambios en la legislación penal operaron para que la espiral de crecimiento de la población penal se haya achatado en los últimos años en los Estados Unidos. Un ejemplo: mientras la media de incremento anual de los encarcelamientos de los años 90 fue de 86 mil individuos, en 2007 la misma cifra disminuyó drásticamente a 25.000.


Otros datos del estudio
De acuerdo a Pew Center, el crecimiento constante del número de presos, que triplicó su número en 25 años, se debió al endurecimiento de las penas que tuvo su apogeo durante los años 80.


Otro dato siempre interesante y crónico del sistema penal norteamericano rescatado por la investigación de Pew Center, es la diferencia de presencia en las cárceles de las minorías raciales, las que encabezan largamente los promedios de encarcelamiento en comparación con las etnias autóctonas.


Pew Center afirma que uno de cada 15 adultos negros está entre rejas, lo que sube a uno de cada nueve en la franja etárea de los 20 a 34 años. En el caso de los adultos hispanos, el porcentaje es de uno cada 36 individuos. La situación no varía mucho en el caso de las mujeres: mientras una de cada 100 mujeres negras de entre 35 y 40 años está en prisión, sólo una de cada 355 blancas en la misma franja de edad se encuentra tras las rejas.


Los dos candidatos presidenciales demócratas, Barack Obama y Hillary Clinton, incluyeron la problemática de la discriminación ante la ley en sus discursos de campaña y prometieron actuar para reducir las diferencias de cifras de encarcelamientos.