lunes, noviembre 26, 2007

Duros calificativos a cárceles americanas en reunión de expertos


"La problemática penitenciaria está atravesando una situación muy crítica y de emergencia extrema en casi todos los países de las Américas" sostuvo Florentín Meléndez, relator titular de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), durante el "Seminario Latinoamericano de Buenas Prácticas Penitenciarias" que se realizó la última semana en la facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, capital de la República Argentina.

Los calificativos de “muy crítica y de emergencia extrema” que utilizó Meléndez para sintetizar la situación carcelaria del continente no fueron, sin embargo, los más dramáticos. La titular de la Defensoría General de la Nación argentina, Stella Maris Martínez, fue mucho más allá y cuestionó a los establecimientos carcelarios como “ámbitos de violación de los derechos humanos” directamente.

"No resignamos nuestro cuestionamiento sistemático al rol de la cárcel tal como funciona, ni cesamos nuestra crítica al abuso de la prisión preventiva", dijo la defensora general, "pero queremos sentarnos a charlar para contribuir en buscar una solución".

Por su parte el juez de la Corte Suprema de Justicia argentina, Eugenio Zaffaroni, prestigioso jurisconsulto que critica tanto los valores filosóficos de la pena de prisión y de la misma cárcel, como así tambien los jurídicos y metodológicos de los sistemas penitenciarios en práctica, recalcó que "el 30% de los presos cumple penas del código penal y el 70% está preso por las dudas", reafirmando su postura respecto del abuso de la prisión preventiva que en la mayoria de los paises de América es un correlato de la lentitud de la justicia.

"Hay una violación masiva al principio de presunción de inocencia, estamos aplicando penas sin condena, sin sentencia", subrayó Zaffaroni para definir el cuadro de la acción punitiva de las autoridades contra la delincuencia como de "enorme poder controlador del Estado moderno, de vigilancia sobre toda la ciudadanía", en una visión típicamente foucaltniana.

Durante las jornadas desarrolladas en la Facultad de Derecho de la ciudad de la ciudad de Buenos Aires, representantes de Argentina, México, Brasil, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Colombia, Costa Rica, Chile, Colombia, Costa Rica, Chile, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Bolivia, Uruguay y Venezuela, debatieron la situación carcelaria en Latinoamérica y el tono crítico y cuestionador de los sistemas de ejecución de la pena privativa de la libertad fue un común denominador de las conversaciones.

El objetivo del encuentro fue "desarrollar parámetros de buenas prácticas penitenciarias que puedan ser de aplicación en todo el ámbito regional", para mejorar las condiciones de detención en las cárceles y asi avanzar en las garantías de los derechos humanos de los presos según lo expresaron los organizadores del evento, auspiciado por la CIDH y a la que asistieron el Ministerio de Justicia, la Defensoría General y altas jerarquías del Servicio Penitenciario Federal argentinos.
Meléndez, el relator de la CIDH, apostó durante sus disertaciones al "compromiso para lograr que la regla general sean las buenas prácticas penitenciarias y no una excepción como es en la actualidad" y ponderó la importancia de intercambiar experiencias positivas para "resolver estos problemas que, ante todo, son humanos porque afectan a las personas privadas de libertad y sus familias" puntualizó.
El encuentro se desarrolló envuelto en una atmósfera influida por el trágico motin en el país anfitrión -la provincia de Santiago del Estero-, que terminó con un saldo de 34 presos muertos durante los incendios que se desataron en el penal durante la revuelta.