lunes, octubre 01, 2007

85% de las presas enajenadas es olvidada por su familia

Las cárceles de la provincia de Buenos Aires alojan 56 detenidas con enfermedades psiquiátricas severas y, de acuerdo a un informe realizado por el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), sólo el 15 por ciento recibe visitas.

Un significativo índice de los delitos cometidos por las internas psiquiátricas tiene como víctimas a familiares directos y a esta característica se le atribuye una buena parte del abandono que sufren estas internas tras su apresamiento.

De estas mujeres alojadas en la unidad 45 de Melchor Romero 28 son sobreseídas -por comprobarse que no estaban conscientes al momento de cometer el delito-, 6 están penadas y 22 no tienen sentencia firme. En cuanto a la tipificación de sus delitos el 50 por ciento fue detenida por homicidio, 33 por ciento por robo y el resto por amenazas, daños o tráfico de drogas.

“Un 90 por ciento de las sobreseídas padecen trastornos psicóticos, es decir ven alucinaciones, presentan cuadros de delirio o juicio crítico desviado; otro 10 por ciento tienen retrasos mentales”, detalló la psiquiatra de la U.45, Gisela Coria. “La población -agregó la profesional- la completan internas con trastornos de personalidad muy impulsivas y adictas a las drogas”.

El director del instituto neuropsiquiátrico penitenciario, Raúl Duarte, informó que se desarrollan programas de contención para paliar el déficit que ocasiona la falta de las visitas periódicas de los familiares, entre los que “se organizan salidas al cine una vez por semana -excepto las que tienen transtornos graves de personalidad- y excursiones a centros recreativos con el objetivo de evaluar cómo responden las internas al encontrarse con situaciones que hace tiempo que no transitan y ver si disminuye la peligrosidad”, explicó el jefe penitenciario. También se trabaja en talleres de música, literarios, artesanías, teatro y practican deportes.

Carandirú: de escenario de una matanza a centro de exposiciones
Dos pabellones de la cárcel brasileña de Carandirú, considerada una de las peores cárceles de Brasil y tristemente célebre por haber sido escenario de la matanza de 111 presos en 1992, fueron demolidos el domingo para construir en su lugar un centro de exposiciones.

200 kilos de dinamita fueron utilizados para la implosión de los pabellones 2 y 5 del Centro de Detenciones de Carandirú, en el norte de San Pablo, para ser reemplazados por un solar de exposiciones valuado en 2,7 millones de dólares según se informó.

En los pabellones 2 y 5 ahora demolidos se filmó en 2003 parte de la película Carandirú del director argentino nacionalizado brasileño Héctor Babenco, que relata la masacre de 111 internos, en una acción de represión tras graves disturbios producidos en esa peligrosa cárcel.

Más y mejor trabajo en EEUU: proyecto para que
penitenciarios actúen como agentes de inmigración
Un legislador del condado Morris, Nueva Yersey, anunció que presentará un proyecto de ley que permita al personal carcelario actuar como agentes de inmigración en sus lugares de trabajo para denunciar y deportar criminales sentenciados que se encuentren indocumentados en el país.

El representante Joseph Pennacchio dijo que su propuesta postula que los guardias carcelarios -oficiales correccionales- del estado participen del programa que entrena para realizar las funciones de agentes de inmigración y los habilita para acusar y empezar procesos de deportación a indocumentados sentenciados por delitos.

Pennachio explicó sintéticamente que “estas personas que sabemos se encuentran indocumentadas en el país y han cometido un crimen ya no son bienvenidas aquí y deben ser deportadas” a sus países de origen.

Si el sistema carcelario de Nueva Jersey participa en el programa de entrenamiento para su personal, el estado tendría acceso a recursos como el banco de datos de inmigración “ICE”. La propuesta del legislador reafirmaría parte de la directiva dictada por la fiscalía general del estado en la que se recomienda que las cárceles deberían considerar la participación de sus oficiales en el programa de entrenamiento de nuevos agentes de inmigración.

Diez mil nuevas plazas carcelarias en Buenos Aires promete de Narváez
Francisco de Narváez y su compañero de fórmula, Jorge Macri, presentaron su Plan de Seguridad para la provincia de Buenos Aires, que prevé la construcción de diez mil nuevas plazas carcelarias según se comprometió el candidato.

De Narváez lanzó su plan de seguridad envuelto en la simbología: lo hizo en las escalinatas del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, donde cuestionó al ministro León Arslanián al fustigar su política en la materia que “junto al gobernador Felipe Solá, "desbarataron la fuerza de seguridad" sostuvo el candidato del PRO.

"Todo el aparato de seguridad fue desmantelado por estas sucesivas reformas que lo único que lograron es que los delincuentes circulen libremente, y por eso digo que soy el candidato que los delincuentes no deben votar", subrayó de Narváez.

El candidato a gobernador bonaerense y actual diputado nacional insistió en su idea de tener un jefe de policía designado por él, la incorporación de siete mil policías más y la construccón de diez mil nuevas plazas carcelarias.