domingo, marzo 12, 2006

China deja de buscar ganancias en sus prisiones



El gobierno chino inició una reforma de su sistema penitenciario que prioriza el tratamiento de los internos, desplazando la necesidad de obtener ganancias generadas por la producción de los talleres carcelarios.

“El principal objetivo es desligar a las prisiones de las empresas a través de las cuales se financian” afirmó la agencia oficial China “Beijing Informa” en su sitio http://www.bjreview/, que explica que “es difícil” trabajar en la rehabilitación de los presos cuando los guardias de prisiones deben atender la financiación de parte de su funcionamiento.

Por la reforma penitenciaria que este año alcanzaría a seis provincias, la mayoría de los agentes carcelarios que trabajan en las empresas asociadas a las prisiones serán reasignados al control y reeducación de los internos, aliviados de la preocupación por perseguir la financiación de los establecimientos.

Para apoyar los programas piloto el Estado y los gobiernos provinciales invertirán en las prisiones del país más de 1.000 millones de yuanes (121 millones de dólares) este año y 4.000 millones de yuanes (483 millones de dólares) cada año siguiente de ampliación del proceso, afirma la agencia periodística de ese país.

El sistema penitenciario chino es todavía hoy un reflejo de la política del país que, tras la Revolución Cultural de la primera mitad del siglo pasado, cuando se acercaba a los mil millones de habitantes para alimentar y que hoy supera largamente, procuró como premisa el milagro de la superproducción masiva sostenida en el tiempo a la que destinó a la población por las buenas o por las malas.

A pesar del progresivo giro hacia la economía de mercado que transforma al gigantesco país en las últimas dos décadas sorprendiendo, el gobierno chino encarcela a los disidentes políticos y a quienes quieren ejercer la libertad de expresión cuestionando al férreo control social por el aparato estatal.

Hasta hoy
El presupuesto asignado por el gobierno para el funcionamiento de las prisiones sólo cubre una parte de los gastos; el resto lo financian las empresas comerciales que operan asociadas al sistema penitenciario en el área del trabajo carcelario. Si estas empresas generan beneficios, las prisiones se financian. Si por el contrario no hay rentabilidad, los gastos no se cubren y el funcionamiento de la prisión se ve jaqueado.

Las cárceles tuvieron como misión asociarse a empresas creadas o elegidas por el Estado para que no sólo se financiaran, sino además con la orden de generar ganancias a través del trabajo de los presos. Las ganancias se lograron azuzadas por el autoritarismo del sistema político chino; pero resultaron antieconómicas. De esto la necesidad de la reforma ahora permitida por la flexibilización de la política del país.

En el actual sistema carcelario los establecimientos y la relación con las empresas asociadas que comercializan el trabajo de los internos están bajo la dirección de los funcionarios de prisiones y es difícil homogeneizar el trabajo de rehabilitación de los presos con el desafío de la producción rentable, advierte el trabajo periodístico.

Detalla que con la reforma se crearán dos sistemas independientes. Uno de administración de la cárcel regulado por la Ley de Prisiones china, con la misión de velar por el cumplimiento de penas, castigos y rehabilitación de los internos. El otro sistema, de gestión de empresas, comercializará el producido de los emprendimientos carcelarios. Las empresas serán reguladas de acuerdo a la Ley de Corporaciones china y deberán asegurar trabajo a los presos.

El Estado y los gobiernos provinciales controlarán los ingresos y gastos de las prisiones.

Una vez que las cárceles y las empresas sean separadas dejarán de recibir ingresos de las empresas asociadas y el costo de su funcionamiento estará exclusivamente a cargo de los gobiernos provincial y central.

Lentitud
“En una economía de mercado la información sobre las necesidades de los consumidores y la respuesta rápida a esa demanda son de vital importancia. Las cárceles tienen un mecanismo de funcionamiento distinto al del mercado, donde el flujo de información es lento en las empresas asociadas, por lo que la toma de decisiones es lenta” para los tiempos del mercado explica Jun.

Por otra parte la gestión de empresas asociadas a prisiones implica otros desafíos; los internos necesitan motivación para trabajar y una intensa capacitación que les permita aprender las técnicas modernas” explica en su trabajo Wang Jun. También son condicionamientos “las limitaciones de seguridad que restringen los movimientos de las empresas en las cárceles y por el mismo motivo que la mayoría de las prisiones se localizan en zonas aisladas de las ciudades”, dos cuestiones que plantean costos extras muchas veces antieconómicos para los emprendimientos.

Además, agrega el periodista, “como las prisiones gestionan los negocios y tienen el control de ingresos y gastos con supervisión exterior muy escasa, la corrupción es un hecho habitual, lo que es una razón más para apoyar la reforma”.

Detalla que el personal carcelario “encargado de la reeducación de los internos no llega al 8% del total, lo que dista mucho del 30% en Europa o Estados Unidos” y añade una particularidad: “en muchas prisiones los funcionarios se seleccionan más por su experiencia y habilidad en los negocios que por sus conocimientos de rehabilitación y disciplina” de presidiarios señala.

La ley carcelaria de China establece que “todo interno en buen estado de salud debe realizar algún trabajo y si contribuyen para que las prisiones obtengan beneficios, pueden conseguir reducciones en sus condenas, la libertad bajo fianza u otro trato preferencial, explicó Peng Yulong, director del Departamento de Administración de Cárceles de Beijing, quien no obstante subrayó que los beneficios del trabajo en las cárceles mantienen ocupados a los presos, reduce los disturbios catalizados por el ocio y les proporciona habilidades en oficios que les ayudarán en su rehabilitación.

“En un sistema como el actual, el tiempo asignado a la reeducación de los internos es escaso debido a la escasez de personal y de financiación gubernamental”, recalcó Peng Yulong.

El Ministerio de Justicia comenzará a experimentar la reforma en las provincias de Hubei, Heilongjiang, Shanghai, Jiangxi, Chongqing y Shaanxi. La reforma también prevé que los beneficios generados por el trabajo en la prisión sean utilizados para mejorar las condiciones laborales y de vida de los internos.-

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