lunes, julio 21, 2008

Europa: crecen las voces penitenciarias que reclaman alternativas a la prisión

Directores penitenciarios de seis países de Europa plantearon abrir un debate social para discutir el alcance del uso de la cárcel, como respuesta a los problemas de masificación de la población penal y a las dificultades que la prisión enfrenta para cumplir con su misión social de reinsertar a los delincuentes. Asimismo reclamaron a la sociedad un mayor “respeto” por la profesión penitenciaria.

“Europa se tiene que plantear que la población reclusa no puede crecer indefinidamente” señaló a la agencia internacional española EFE la directora general de Instituciones Penitenciarias de España, Mercedes Gallizo, tras participar en París de una reunión con sus pares de Francia, Italia, Reino Unido, Bélgica y Holanda que se desarrolló en los primeros días de este mes.

Por su parte el director de la Administración Penitenciaria de Francia, Claude Harcourt, planteó que “se necesita la madurez de la sociedad” para recortar el aumento continuo de la población penal y, como anfitrión, contó que hubo también unanimidad en “una exigencia de respeto” por parte de la sociedad hacia el personal penitenciario.

La española Gallizo insistió al término de la conferencia, en que “el incremento de la población reclusa no se corresponde con un aumento de la delincuencia”, o al menos de la más grave, sino que responde sobre todo a una presión social para castigar más a los autores de delitos con penas de cárcel más prolongada.

A pesar del cargo que ocupa, la máxima jerarquía penitenciaria española, concedió que “la cárcel no es necesariamente lo más conveniente para todos los delitos” y consideró que “la prisión se ha convertido en un recurso asistencial más”, cuando habría que utilizar otras estructuras preparadas para atender con especificidad a detenidos con “problemas mentales o drogadictos”.

“A veces entrar en la cárcel es convertir a una persona que ha cometido un delito en un delincuente” advirtió sorprendentemente Gallizo, quien agregó que “nos preocupa que se piense que la solución para luchar con la delincuencia son más penas”.

De esta manera la Directora General de Instituciones Penitenciarias española, junto al panel de especialistas que deliberó en París, se asociaron a las ideas más renovadoras que tratan la problemática de la cárcel, al cuestionar a la institución penitenciaria su eficacia resocializadora, sus condiciones de hacinamiento; la carencia de medios y vocación para atender a enfermos y drogadictos y hasta el riesgo de transformar a pequeños delincuentes en grandes criminales.

El reconocimiento de este último punto por parte de un funcionario con la investidura de Gallizo sorprende, porque oficialmente coloca en una crisis de identidad a la misión de la institución carcelaria.

A su turno el director de la Administración Penitenciaria de Francia, Claude Harcourt, pidió apelar a “la madurez de la sociedad” para desacelerar el aumento ininterrumpido de la población penal y puntualizó que hubo también unanimidad en “una exigencia de respeto” por parte de la sociedad hacia el personal penitenciario.

Otra voz fue la del experto universitario inglés, Andrew Coyle, quien puso el acento en que la prisión “tiene un papel importante para proteger a la sociedad de los delincuentes peligrosos”, pero “no es su misión cuidar de enfermos mentales o de drogadictos”. Instó por otra parte a “abrir un debate” sobre la función social carcelaria.

El secretario de Servicios Penitenciarios de la Generalitat catalana, Albert Batlle, resumió el sentir de la conferencia de hoy en la “necesidad de luchar contra la masificación” y de dar “un toque de atención a nuestras sociedades” sobre esta problemática.

Batlle detalló que uno de los elementos particulares del sistema penitenciario catalán es que casi una cuarta parte los reclusos están en régimen abierto, nueve puntos porcentuales por encima de la media en el resto de las cárceles españolas.

La reunión de París, organizada en el marco del semestre de presidencia francesa de la Unión Europea, continuará con otro encuentro a fin de año o comienzos de 2009, donde se espera concretar alguna de las propuestas enunciadas.

Por lo pronto en esta reunión de París, abierto por la ministra francesa de Justicia, Rachida Dati, se acordaron tres iniciativas: que el Consejo de Europa cree un aparato estadístico común sobre la situación penitenciaria, una definición estandarizada de la capacidad operativa de las prisiones y la definición de buenas prácticas en la gestión de la detención.