lunes, septiembre 18, 2006

Tratamiento a delincuentes sexuales en el Reino Unido

El trabajo de recuperación de delincuentes sexuales “es ciertamente una vocación desafiante y no siempre hay recompensas” a la dedicación de los operadores penitenciarios, reconocen los integrantes del Programa de Tratamiento al Delincuente del Sexo (SOTP) perteneciente al Servicio de Prisiones del Reino Unido.

El Servicio de Prisiones británico y el SOTP intervienen con tratamiento psicológico sobre los delincuentes sexuales bajo el imperativo de una realidad: estas complejas y riesgosas personalidades volverán a la sociedad al recuperar la libertad.

“Se pretende que cuando eso suceda el riesgo para la comunidad se vea reducido” explica Maisie Dyson, para reconocer tácitamente las dificultades para la rehabilitación que proponen ese tipo de personalidades. Dyson es psicóloga y uno de los jefes forenses a cargo de la unidad SOTP en Maidstone, el principal establecimiento de detención del sistema penitenciario para el tratamiento de la delincuencia sexual.

De acuerdo a lo publicado por la página oficial del Servicio de Prisiones del Reino Unido -hmprisonservice.gov.uk-, la llave del programa se basa en técnicas de empatía con las que se tratan a los delincuentes del sexo, para lograr abordar en sesiones de grupo el particular mundo interior de ese tipo de condenados.

“Mientras que muchos pueden ver esto como una opción suave, la realidad es que estos delincuentes recuperarán la libertad y es premisa de Maidstone, una de las principales prisiones para desarrollar el programa de rehabilitación, reducir el número de las víctimas potenciales futuras” define la jefe forense.

El programa en acción
Gavin Davies es el encargado de programas a tiempo completo del SOTP y supervisor de prácticas de este programa del tratamiento a delincuentes y explica que se optó por transferir a los sexópatas desde las distintas prisiones a las que incluyen los centros SOTP donde se los trata.

Dos operadores penitenciarios trabajan junto a los psicólogos en la terapia del grupo a tiempo completo y la mezcla de guardias trabajando con los profesionales en tareas de resocialización “prueban una combinación muy acertada en Maidstone” afirman las autoridades del programa.

En esa terapia los condenados deben hablar “sobre sus delitos y sobre sus vidas” explica Dyson. Todos los operadores trabajan con los presos vestidos de civil: “en Maidstone se ha probado que esta característica resulta eficaz para proponer un ambiente más cálido para desarrollar la terapia, lo cual es muy importante para los participantes” agrega la profesional.

En “la primera intervención se busca integrar las acciones terribles, las ofensas horrendas que los delincuentes sexuales han perpetrado, con aquellas actitudes rescatables de sus vidas” agrega Dyson. Puntualiza que con esta técnica se pretende “ganar la confianza del preso para acceder a su interior, a sus vivencias y expectativas”

“En la terapia de grupo los delincuentes hablan abiertamente sobre sus crímenes y para los participantes estas sesiones pueden ser muy difíciles” dice la psicóloga y lo pone en blanco contra negro: “piense en la peor cosa que usted ha hecho y en la experiencia que le produciría hablar de ello. Tiene que hacerlo con detalle delante de la gente y cuando de lo que se trata es de describir una ofensa sexual esto puede ser extremadamente traumático, pero es lo que lleva al preso y al operador del programa a acceder al foco del problema personal” de quien es tratado.

Características de los operadores
Para incorporar un operador terapéutico en el programa SOTP se privilegia al tipo de persona que pueda hallarse cómodo para trabajar con eficacia en equipo y ser permeable a la premisa de que los sexópatas pueden ser tratados. Para esto la administración del Servicio de Prisiones británico considera que “deben estar dispuestos a ser confidentes, abiertos, pero a la vez sólidos en cuanto a cumplir con las metas” del programa recuperador.

Ayuda a alcanzar estas metas de recursos humanos la convicción de las autoridades de que este tipo de trabajos incentiva al personal penitenciario, al entender que la promoción a la tarea de operador terapéutico en estos programas implica la elevación de la profesión debido a la realización de una tarea más jerarquizada.

Para un extraño al programa el trabajo en el SOTP se presenta desafiante, bajo presión y con bajo nivel de buenos resultados.

En cambio el equipo de SOTP de Maidstone asegura, en su totalidad, que el trabajo es meritorio y se ve recompensado con las mejoras que el tratamiento evidencia en los condenados por delincuencia sexual.

El reporte de la institución no dice, sin embargo, si existen estadísticas acerca de los resultados obtenidos por el programa SOTP.

Tony por ejemplo, entrenado para ser operador, sostiene que “es interesante el aprender habilidades sobre mejorar a relaciones” con los demás e incluso con las personalidades especiales con las que debe trabajar.

Un novato admitió que la tarea era “desalentadora” cuando comenzó. Sin embargo, y a pesar del vivo recuerdo que mantiene al haberse sentado por primera vez al lado de un delincuente del sexo, ahora sostiene que el trabajo “vale el esfuerzo”. “Son personas también” remata.

Este año el programa SOTP alcanzó a intervenir sobre la totalidad de los condenados sexuales alojados en cárceles del Reino Unido. “Estos resultados son una combinación del personal confiado y entrenado y de la ayuda de la jefatura” asegura el Servicio de Prisiones británico.